Maniquies de carne y hueso.
Se acerca nochevieja, todo el mundo quiere recibir el nuevo año con la tradicional ropa de color rojo. Son muchos los hombres que se acercan a las tiendas para comprar a sus parejas un regalo de éstas caracteristicas, que a la postre siempre se suele acabar compartiendo en la intimidad del final de fiesta.
Esta nos ha parecido es una muy buena forma de vender lencería, y de ayudar a los varones más torpes, que nunca se acaban de aclarar con las tallas y el modelo a elegir.
Basta de maniquíes fríos y muñecas de plástico que tienen trozos de pintura descascarada o trozos de su anatomía mutilados. Creemos que la mejor forma como se debe vender la lencería, es con modelos reales, primero se ahorra en publicidad en las calles porque todos preferirán pasar fuera de tu vitrina para observar el producto detenidamente.



SRES COMERCIANTES, PONGAN LA INICIATIVA EN MARCHA PRONTO.
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